El polvo es el mejor ingrediente para Dios…
¿Te acuerdas de la última vez que rompiste algo imposible de reparar? ¿De esa vez, que accidentalmente se estrello la pantalla de tu móvil y no hubo como repararla? ¿Esa vez que sentiste incertidumbre y remordimiento a la misma vez por algo que tú mism ocasionaste, pero que no puedes recuperar?
De alguna manera encontramos descanso en que son cosas materiales que se pueden reponer o incluso reconstruir. Sin embargo, ¿Haz sentido lo mismo pero dentro de ti? ¿Qué algo se rompe y es imposible de reponer? ¿Piezas de tu corazón que sientes que se convierten en mil pedazos y no hayas como pegarlas otra vez? ¿Te has sentido más allá de estar hecho mil pedazos?
Todos hemos vivido desilusiones, todos hemos pasado por tormentas, todos hemos tenido el corazón roto alguna vez, todos nos hemos sentido polvo.
Vivimos en un mundo caído y las desilusiones son parte de nuestro día a día. Esas mismas desilusiones son las que marcan nuestra vida, y son en esos momentos de desilusión donde nos sentimos en desesperación, rotos, e incluso podemos llegar a cuestionar a Dios al pensar, ¿Qué hice para llegar a sentirme así? Ó ¿Por qué me tenía que pasar a mi?
Es difícil crear algo del polvo, incluso imposible en lo natural. Sin embargo, el polvo es el ingrediente que Dios ama usar. De todas las cosas que Dios pudo haber escogido para crear al hombre, Él eligió crearlo del polvo. No creo que esto sea una coincidencia.
“Entonces Jehová Dios creo formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente” Génesis 2:7
¿Qué entendemos con esto? El polvo no necesariamente significa un fin, sino un nuevo comienzo. No se cual sea la razón por la cual sientes tu corazón hecho polvo; pudiera ser, el fin de una amistad que amabas, la pérdida de un trabajo, un divorcio que no veías venir, un hijo rebelde que te saca de su vida, un diagnóstico médico no favorable, o tal vez un corazón roto.
Las circunstancias pudieran ser diferentes entre nosotros, pero el sentimiento es mutuo. Sientes que la vida sigue para todos menos para ti. Te sientes estancado en un pasillo sin poder avanzar. Sin embargo, aunque ahorita no puedes entender, recuerda que el proceso no dura para siempre. Si queremos las promesas de Dios para nuestras vidas, tendremos que aprender a confiar en los planes de Dios y eso incluye sus tiempos y sus maneras.
La definición que tú podrías tener de “lo mejor o bueno para tu vida” no siempre se alinea a lo “mejor o bueno” para Dios.
Todo obra para bien para aquellos que aman a Dios.
Deja que Dios trabaje en tu vida, te moldee y déjalo crear algo nuevo del polvo.
Isaías 64:8 “Ahora pues Jehová, tú eres nuestro Padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.”
Oración: Gracias Padre porque en todo momento eres bueno. Porque aunque muchas veces no entiendo las situaciones en mi vida o a mi alrededor, se que Tú haces que todo obre para mi bien. Se que no todas las pruebas las provocas, pero si las aprovechas para reconocer mi dependencia de Ti. Enséñame a confiar en Tus procesos sabiendo que Tú haces todo nuevo, aún cuando hay desilusiones que nos dejan sintiendo como polvo. Gracias porque se que nunca me dejas y siempre caminas conmigo. Aprovecharé la temporada que me está tocando vivir en este momento.
En el nombre de Jesús,
Amén.